febrero 25, 2012

ACTIVISMO - Festival Roots Rock



























El proximo 10 de Marzo nos juntamos en la  PLAZA CABO 2º MIGUEL ANGEL ANTONIO SOSA en el  Plaza Sosa Fest. La idea es informar a los concurrentes e invitamos a todos a sumarse a esta jornada. 
Desde las 14 Hs estarán sobre el escenario Inocente Calavera  , Los Agricultores de Alfalfa, Dread Santa Planta entre otras bandas.
Entrada Libre y Gratuita. Se solicita colaborar con un alimento no perecedero destinado a comedores de la zona.

Una buena oportunidad de informar y juntarnos!

febrero 19, 2012

Despenalización en Guatemala

Despenalización de las drogas en Guatemala: Otto Pérez tiene razón

Alfred Kaltschmitt

Alfred Kaltschmitt, Msc es catedrático en periodismo y medios de comunicación, candidato Doctoral en Investigación Social. Director de "Esteoeste", programa televisivo de análisis y debate político, transmitido todos los domingos por Canal Antigua (Guatemala). Asimismo, es presidente de la Fundación Agros Tesorero de Apanac (Asociación de Amigos del Patrimonio Natural y Cultural de Guatemala) y columnista estable del diario Prensa Libre (Guatemala).










en America Economia

Los cannabinoides no sicotrópicos inhiben la proliferación de células cancerigenas de Colon


CANNABIS Y GLAUCOMA


febrero 18, 2012

ENTREVISTA A PABLO ASCOLANI: Hay que producir Marihuana medicinal

Entrevista a secretario de AREC en Tiempo Argentino
“Hay que producir marihuana medicinal”
                                                                    Por: Ramiro Barreiro


Es licenciado en kinesiología y fisiatría recibido en la Universidad Nacional de San Martín y miembro de la Asociación Rosarina de Estudios Culturales (AREC). Su tesis de grado, “Cannabinoides y síntomas neurológicos: ¿La pieza faltante en la farmacología clínica?” lo convirtió en una de las primeras voces científicas de la Argentina que se animó a hablar del rol que juega esta sustancia en el sistema nervioso. Leer más

Ascolani investigó el Sistema Cannabinoide Endógeno (SCE). “Es una nueva vía para el tratamiento de la espasticidad y el dolor crónico, comunes a patologías de alta prevalencia”, asegura.


–¿En qué estado se encuentra la discusión acerca del uso de la marihuana como medicina en la Argentina?
–En Argentina es muy incipiente esta discusión, y esto no es casual. Si nos remitimos a la ley de drogas vigente, prohíbe incluso hablar de sus efectos terapéuticos. Los dispositivos en salud que acompañaron las leyes prohibicionistas permearon todo el estamento médico, sobre todo en las áreas farmacológicas y toxicológicas. Hay intereses de todo tipo, políticos, económicos y referidos a una moral que representó siempre a los dueños del poder fáctico, contraria al uso de drogas psicoactivas. En representación de AREC llevamos el tema del uso terapéutico a la primera audiencia pública sobre la nueva ley de drogas que hubo con las comisiones de Prevención del Narcotráfico y Derechos Humanos del Congreso Nacional. Hay muchos médicos que están informados, han estudiado el tema, y lo recomiendan a sus pacientes, pero el gran problema es que no existe una forma farmacéutica accesible para los pacientes. Al ser ilegal es una medicina accesible a pocos, y carece del estandarizado y control de calidad que debe tener cualquier hierba de grado medicinal o extracto. Y por otro lado, los inconvenientes generales: la forma de administración y la psicoactividad, el principal efecto adverso. Desde AREC sostenemos que es violatorio de este derecho humano y anticonstitucional castigar a los pacientes que se benefician con el uso de cannabinoides. Y pensamos que desde la academia también debemos vigilar que las políticas que se apliquen sean razonables, efectivas y busquen el bien común y respeten los Derechos Humanos.
–¿Cuáles son los avances en materia de investigación acerca de los efectos de la marihuana?
–El principal descubrimiento es que existe un sistema de comunicación entre células en nuestro organismo, basado en moléculas con acciones similares a la planta. La función de este sistema es la de recuperar el equilibrio ante el estrés, la lesión, u otros desequilibrios. Pero todo esto es muy nuevo. Hay que ubicarse también en el estado del conocimiento farmacológico actual. A partir de los ’90, a pesar de la prohibición y porque el hecho saltaba a la vista, se descubrió que existían receptores específicos para la marihuana y sustancias endógenas similares, es decir, el cuerpo fabricaba su propia marihuana. Hoy, gracias al descubrimiento del sistema cannabinoide endógeno, sabemos que el paracetamol es una pro droga cannabimimética, es decir, no es activa en sí misma sino que lo que produce la analgesia es un metabolito que, por un lado emula a un cannabinoide endógeno en determinado tipo de receptor, y por otro lado impide la recaptación de los endocannabinoides, y mediante esos dos mecanismos aumenta la actividad del sistema cannabinoide y se produce analgesia. Pero, lamentablemente, se realiza muy poca investigación clínica porque ningún laboratorio está interesado en invertir en moléculas no patentables como el THC y CBD. Por eso es de suma importancia que el gobierno argentino articule a través de su Ministerio de Salud la investigación en universidades públicas, porque es el único ámbito donde estas medicinas pueden desarrollarse. Creo que los medicamentos a base de cannabinoides tienen que volver a ser lo que eran antes de su prohibición: medicamentos de uso común, económicos y accesibles.
–¿Qué otros tratamientos pueden realizarse con marihuana?
–En el tratamiento del cáncer debe investigarse, porque está bien desarrollado en estudios preclínicos e incluso uno en pacientes, el uso de cannabinoides como antineoplásico. Los cannabinoides destruyen células cancerígenas por medio de mecanismos específicos, mientras que protegen de la lesión a las sanas. Hay casos anecdóticos de personas que dicen haberse curado de cánceres serios después de un par de meses de consumo de dosis altas de resina de cannabis. Me parece, en el caso del cáncer, que uno de los usos que deberían investigarse prontamente es el externo. Al evitarse la ingestión y la absorción sistémica, evitamos la psicoactividad que es su principal efecto adverso, u otros que pudieran surgir a altas dosis y por acumulación. El uso en neurología es otro promisorio; al contrario de lo que la gente cree, los cannabinoides son neuroprotectores potentes, funcionan como secuestradores de radicales libres, a la vez modulan la liberación de glutamato (un neurotransmisor que puede ser tóxico en exceso) y las cascadas de calcio, modulando la liberación de mediadores inflamatorios y la síntesis de deshechos celulares. Hay gente que postula que el consumo de cannabis podría prevenir diferentes enfermedades neurodegenerativas, el Alzheimer por ejemplo.
–¿Cómo debería dosificarse la sustancia para pacientes?
–En relación a estas cuestiones, si bien todavía no es un método aceptado, fumar el cannabis por medio de cigarrillos, a diferencia del tabaco, no aumenta la posibilidad de contraer cáncer de pulmón. Hay estudios muy serios sobre esto, y para la sorpresa de buena parte de la comunidad científica ¡disminuye la incidencia de cáncer escamoso de cabeza y cuello! Es decir, fumar marihuana es protectivo contra ese tipo de cáncer. Tampoco produce enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) como el tabaco. La variedad de efectos fisiológicos y psicoactivos del cannabis hace que esté contraindicado a pacientes con historia personal de enfermedad mental, hepatitis C o enfermedad cardíaca grave; la administración fumada en pacientes con EPOC. Y debería evitarse el uso en poblaciones especiales como adolescentes, ancianos, pacientes con historia familiar de enfermedad mental, epilepsia, enfermedad cardíaca, y uso concomitante de sedativos e hipnóticos. Otra vía de administración interesante es el spray orofaríngeo. De momento, lo más lógico es que el Estado produzca marihuana de grado medicinal y extractos estandarizados a través de su Ministerio de Salud y que sea dispensada por medio de efectores públicos, aunque también debería expenderse en farmacias, comunes o especializadas, para que sean accesibles a pacientes con cáncer, VIH o con problemas neurológicos y aliviar sus síntomas. <

febrero 17, 2012

MARCHA - 24 marzo Día de la Memoria

El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia es la fecha en que se conmemora en Argentina a las muertes de civiles producidas por la última dictadura militar que gobernó el país. 
Distintos movimientos sociales toman esta fecha para reclamar por sus legítimos derechos en un marco de tolerancia y mutuo respeto.
El 24 de marzo la agrupacion agricultores canabicos de argentinos marcha por 2° año consecutivo acompañando con nuestras banderas y luchando por nuestra libertad junto a los demás colectivos y organizaciones sociales.-
Es importante, ese dia como todos los demás, tomar la calle y salir del indoor. Solo el hacernos visibles ayuda a instalar el debate acerca de las políticas sobre el canabis por eso es que invitamos a tod@s a manifestarse en su lugar de pertenencia adhiriendo con nuestros reclamos de legalización y autocultivo como único medio para luchar contra el narcotrafico a las marchas locales.-

Cannabis, Asma y Aparato Respiratorio

Cannabis, Asma y Aparato Respiratorio
                                                                            Lic. Pablo A. Ascolani  (gracias Pablo!)*

El asma es una enfermedad muy común. Uno de cada 10 argentinos presenta algún síntoma.
Representa entre el 1 y el 3 por ciento de todas las visitas al médico y produce más admisiones a hospitales de pediatría que cualquier otra enfermedad por si sola.[1] Cerca de 800 personas mueren anualmente debido a ataques agudos de asma.[2]
Es una enfermedad de base inflamatoria, que cursa con hiperactividad bronquial y broncoespasmo. El tejido que recubre los bronquios y bronquiolos se inflama, se llena de flemas y aparece una tos crónica. Durante los ataques agudos los bronquiolos se estrechan impidiendo la respiración.
Es multicausal, hay componentes de susceptibilidad genética, inmunológicos, ambientales y psicológicos. Estímulos inespecíficos como olores intensos, aire frío, contaminantes ambientales, ácaros, polvo, ejercicio o el pelo de animales puede desencadenar un ataque agudo.
Los fármacos utilizados comúnmente son los corticoides para disminuir la inflamación y los agonistas B2 –como el salbutamol- para tratar los episodios agudos de broncoespasmo.[3] Los corticoides, usados con regularidad, pueden traer efectos secundarios como osteoporosis, disminución del crecimiento en niños, convulsiones o hemorragias. Los agonistas B2 pueden causar insomnio, náuseas, temblores y taquicardia; pero el riesgo más grande es que durante un episodio agudo dejen de hacer efecto por desensibilización de sus receptores por su uso continuado. Esto puede llevar al paciente a la muerte, por ello cualquier asmático que requiera utilizar más de dos veces por semana su inhalador debe consultar a su médico.


Broncodilatación y efecto antiinflamatorio de los cannabinoides

Históricamente la marihuana se usaba en la medicina tradicional mejicana. Se introdujo en EE.UU en 1910, siendo el primer uso médico reconocido en el país del norte.
Varios estudios han demostrado que el Tetrahidrocannabinol (THC) actúa como broncodilatador tanto en sujetos normales como en pacientes con asma bronquial crónica o con espasmos bronquiales inducidos de manera experimental, aunque en algunos casos pueden desencadenar también broncoespasmo. En general el THC aumenta el flujo de aire en sujetos sanos, y en pacientes asmáticos invierte la constricción bronquial. El mecanismo de acción es diferente al de otros broncodilatadores y podría sumarse o reemplazar a los B2 durante períodos de desensibilización a los mismos.De todas maneras, la marihuana puede no ser útil para el tratamiento broncodilatador periódico del asma por el efecto irritante del monóxido de carbono y alquitranes del humo. La administración oral, o el uso de vaporizadores eléctricos o de preparaciones como el Sativex, en forma de spray, evitarían los trastornos respiratorios que pudieran surgir de la administración fumada a largo plazo, pero manteniendo un perfil farmacocinético similar. La vía inhalatoria podría aportar mejoras terapéuticas en relación a la vía oral, no sólo por su mayor efecto local, sino por la menor psicoactividad resultante.Más allá del efecto agudo broncodilatador, los cannabinoides pueden ser de utilidad por su acción inmuno-moduladora, interviniendo en la causa de la enfermedad, su naturaleza inflamatoria. Modulan tanto función como secreción de citoquinas de células inmunológicas, siendo esta una nueva y prometedora vía para el tratamiento de esta enfermedad.[4] Esto explicaría el hecho de que muchos asmáticos dicen “haberse curado” consumiendo cannabis, aún en forma de cigarrillos.Finalmente no podemos dejar de lado el aspecto psicológico. El cannabis puede ayudar a aliviar trastornos anímicos que estén influyendo en el desarrollo de la enfermedad, sobre todo en las asmas psicógenas. ¿Y si el enfermo es un niño? Como dijo un médico amigo; si le dan cannabis a la madre seguro va a aliviar el asma del hijo.


Efectos sobre la función respiratoria

El cannabis fumado produce alteraciones histológicas en el sistema respiratorio. Inflama las vías aéreas hipertrofiando las glándulas mucosas y generando alteraciones epiteliales, predisponiendo a bronquitis crónica. Esta se diagnostica si el paciente padece tos y expectoración tres meses al año por dos años consecutivos. Pero curiosamente, estudios científicos muestran que no produce una disminución acelerada del FEV1 (Volumen espiratorio forzado en el primer segundo; es una medida espirométrica que da cuenta del nivel de obstrucción al flujo aéreo) en comparación con el no fumador, a diferencia de la caída acelerada del FEV1 producida por el tabaco.[5] Un estudio del 2009 confirma estos hallazgos; fumar marihuana no aumenta el riesgo de EPOC, aunque si aumenta el daño que produce el tabaco, de manera que se desaconseja el consumo de ambas sustancias.[6] El hecho de que el consumo de cannabis no produzca EPOC posiblemente se deba a la acción inhibitoria de los cannabinoides sobre la síntesis de citoquinas inflamatorias y factores de crecimiento de parte de los leucocitos. En el caso del tabaco la síntesis es inducida, lo que lleva a la hipertrofia de la capa muscular lisa de los bronquíolos, con la consiguiente disminución del flujo aéreo. En definitiva, el cannabis si causa tos y aumento de la expectoración, pero no produce un compromiso del flujo aéreo superior al no fumador, a diferencia del tabaco que lo disminuye notablemente, predisponiendo a EPOC. El cannabis no produce enfisema ni estrechamiento de los bronquíolos, pero parece agravar los daños que produce el tabaco –en los fumadores de tabaco y cannabis-, posiblemente por algún efecto de sensibilización producido por los cannabinoides.


Efectos anticancerígenos

El humo del cannabis carga los pulmones con una cantidad de alquitrán y monóxido de carbono tres y cinco veces superior que el humo del tabaco. De todas maneras, epidemiológicamente no hay un aumento de la incidencia de cáncer de pulmón o enfisema en fumadores sólo de marihuana. Esto se debe a varios efectos específicos de la nicotina que no tienen, o cuya acción antagonizan, los cannabinoides.[7] El tabaco induce una enzima que transforma los pro carcinógenos del humo en carcinógenos, mientras que el cannabis produce un efecto opuesto. Por otro lado la nicotina prolonga la vida de las células de las vías aéreas, creando un panorama favorable para el cáncer. Hay dos estudios sobre la relación cannabis-cáncer de pulmón (uno realizado por D. Tashkin y patrocinado por el NIDA), ambos fallaron en encontrar una relación causal; y en uno de ellos el cannabis pareció poseer cierta acción protectiva frente al cáncer de pulmón. [8] [9]También existe un estudio poblacional extenso que indica que el fumar cannabis disminuye la incidencia de cáncer de células escamosas de cabeza y cuello.[10]


Conclusiones

En base a lo revisado, solo los que han padecido la enfermedad y han sanado, aliviado o mejorado gracias a los cannabinoides, pueden aconsejar a otros asmáticos el consumo del cannabis. La medicina moderna debería invertir tiempo en seguir investigando la verdad sobre la relación de alivio y cura del asma cuando intervienen cannabinoides en cualquiera de sus formas de administración. El efecto en general del cannabis sobre el aparato respiratorio parece el mundo cabeza abajo si lo comparamos con el efecto del tabaco –principal causa de muerte y enfermedad evitable de la actualidad-. Que sirva esta revisión para seguir desmitificando esta hierba de propiedades únicas

Kinesiólogo y Docente Auxiliar de Farmacología, UNSAM sede Rosario/IUGR


____________
[1] - Maximiliano Gómez, Epidemiología del asma en Argentina, Archivos De Alergia E Inmunologia Clinica 2006
[2] - Sivori M. L., Saenz C. B., Posse C. R., Mortalidad por Asma y Epoc en Argentina, Medicina (Buenos Aires) 2001.
[3] - Goodman y Gilman, Las bases farmacológicas de la terapéutica, Undécima edición, Mc Graw Hill, 2006.
[4] - Croxford JLYamamura T, Cannabinoids and the immune system: potential for the treatment of inflammatory diseases? Journal of Neuroimmunology sep 2005.
[5] DP Tashkin, MS Simmons, DL Sherrill and AH Coulson, Heavy habitual marijuana smoking does not cause an accelerated decline in FEV1 with age, Am. J. Respir. Crit. Care Med., Vol 155, No. 1, 01 1997, 141-148.
[6] Tan WC, Lo C, Jong A et al. Marijuana and chronic obstructive lung disease: a populationbased study. CMAJ. 2009;180:814-820.
[7] Robert Melamede,  Cannabis and Tobacco Smoke are not Equally Carcinogenic, Harm Reduction Journal Oct 2005.
[8] Tashkin, Donald P. et al. Marijuana Use and Lung Cancer: Results of a Case-Control Study, International Conference of the American Thoracic Society 2006.
[9] Hashibe M, Morgenstern H, Cui Y, et al. Marijuana use and the risk of lung and upper
aerodigestive tract cancers: results of a population-based case-control study. Cancer
Epidemiolo Biomarkers Prev. 2006;15:1829-1834.
[10] Liang C, McClean MD, Marsit C et al. A population-based case-control study of marijuana
use and head and neck squamous cell carcinoma. Cancer Prev Res. 2009;2:759-768.

Cannabis vs Radioactividad

Por Mac

¿Podría el cáñamo se utilizado en Japón para limpiar accidente nuclear?
Las plantas harán lo que no pueden hacer los gobiernos. Aunque parezca increíble, pueden ayudarnos.
Estragos ha creado la explosion del reactor nuclear en Japón tras el terremoto y el tsunami .¿cómo puede el cáñamo ayudar a esta catatrosfe?

En primer lugar un terremoto de magnitud 8,9 golpea cerca de la isla, y luego un tsunami enorme entra en tierra firme y deja unos 10.000 muertos y miles de desaparecidos. Ahora se necesita la efectividad de la seguridad nuclear que ha de enfriar los reactores para evitar fusiones potenciales en los reactores nucleares de las centrales.

El mas sentido pésame y apoyo al pueblo japones (incluyendo activistas de cannabis japonés Gomyô, Hannabis, los monjes con capucha, y Taku) y la esperanza de que todo esto pase lo mas rápido posible

El cannabis puede ser una gran ayuda al Japón , ayudó a limpiar el suelo después de la catástrofe nuclear de Chernobyl en 1986 en Ucrania.

Limpiar los elementos tóxicos y radiactivos de la tierra es crucial para la restauración de los ecosistemas después de un desastre nuclear. Una técnica llamada “fitorremediación” utiliza ciertas plantas para limpiar estos elementos de la tierra… se entiende que una de esas plantas es la mejor en esa tarea, el cáñamo industrial de edad, un tipo de cannabis “no farmacológico” que esta prohibido, porque la policía o dirigentes son demasiado incultos en ese tema para establecer la diferencia.

Esta técnica de fitorremediación del cáñamo tiene usos que se extienden más allá de la limpieza del accidente nuclear. Si la prohibición de la agricultura del cáñamo se levantara (en muchos paises) y la industria les permitiera prosperar, podrían crearse miles de nuevos puestos de trabajo.

En Belarús, el sitio de la original desastre de Chernobyl, que no sólo utiliza el cáñamo para limpiar el suelo, están haciendo dinero en la tramitación de permisos de cáñamo en la transformación en biocombustible!

Japón permite el cultivo de cáñamo industrial, pero la adquisición de una licencia para hacerlo es muy limitada, gracias al Gobierno de los EE.UU, obligando a los japoneses a firmar una ley de control de cannabis en 1948, que, como la ley de EE.UU. y que confunde a los cultivadores de la no-de drogas del cáñamo con la marihuana medicinal o cannabis para los consumidores.

Por lo menos el Japón tiene algunos agricultores de cáñamo y las leyes les permiten empezar a trabajar en la fitorremediación de cáñamo, tan pronto como sea posible. Si un reactor nuclear estadounidense se fundiese se tendría que ir rapidamente a la política y cambiar el argumento y la legislación para derogar la prohibición federal de cáñamo industrial en la Lista I de drogas antes de poder plantar las primeras plantas de cáñamo no farmacológicos para comenzar a limpiar la tierra.

Traducción libre por La Marihuana

Fuente: Opposingviews

febrero 16, 2012

Cáñamo industrial: El sueño belga que nos arrebataron

Antecedentes de la industrialización del Cáñamo (Cannabis sativa sativa) en Argentina. 


El caso Linera Bonaerense. (nota de Marcelo Violini publicada en la revista HAZE de diciembre de 2010)

¿Recordás cuando tu viejo te mandaba a la ferretería a comprar cáñamo para unir los caños del agua del bombeador que perdían, o la canilla que goteaba?

Vos volvías a casa con un paquetito de hilo (siempre envuelto en diario, no se usaba la bolsita de nailon) muy parecido al hilo sisal, sin darte cuenta, desconociéndolo, lo que llevabas entre tus pequeñas manos era el producto de la industrialización del Cannabis sativa sativa, el cáñamo industial.

Hoy, por más que busques y busques, ya no lo conseguís en ningún lado. Lamentablemente fue reemplazado por el venenoso teflón en el caso de sellamiento de caños.

A lo mejor recordarás la estopa, ese nido de hilos entrecruzados amarillento que el viejo usaba para todo, desde el pulido de la carrocería de ese coche viejo opacado por el sol hasta la limpieza de sus manos engrasadas cuando las metía por los recovecos del motor cuatro tiempos.

Tal vez tuviste un tío encuadernador como yo, que cosía los brolis con hilo de cáñamo (mi viejo me compraba todas las semanas en el kiosco El Libro Gordo de Petete y se lo mandaba a él para que lo arme). ¡Todavía conservo los ocho tomos y no se descosieron!.

Quizás, casi seguro, te calzaste las alpargatas de yute que no era yute sino cáñamo. Y no lo sabías.

Seguro leíste acerca de las inmensas velas de barcos fabricadas con telas a base de cáñamo o te calzaste un Levis original fabricado con la fibra más noble.

Puedo seguir y seguir con una lista innumerable de productos, pero no es necesario, para muestra bastan un par de botones.

Toda esta naturalidad que perdimos y que tiene que ver con la industrialización de nuestra planta amiga, el Cannabis sativa sativa, o cáñamo industrial o hemp, tiene una bella historia en la Argentina que nació de un sueño que no nos dejaron soñar.

En Argentina, en la década del 60 existió una empresa radicada en la pequeña localidad bonaerense de Jáuregui, provincia de Buenos Aires, vecina de Luján, que sembró, cosechó e industrializó el cáñamo, se trata de la Linera Bonaerense que formaba parte del complejo industrial Villa Flandria. Te contamos la historia para que sepas que es posible volver a los orígenes del trabajo y del esfuerzo.

A comienzos del año 1920, la empresa belga Stablissements Steverlynck, fundada por Adolf Steverlynck en el naciente capitalismo de 1880, exportaba telas y tejidos hacia la Argentina desde sus fábricas. Esta empresa “familiar multinacional”, capitalista, con fuerte sesgo feudal campesino, ingresó a la Argentina en el año 1923 de la mano del gobierno argentino de Marcelo Torcuato de Alvear, quien por ese entonces, impulsaba la industrialización sustitutiva, arancelando los tejidos importados y favoreciendo de esta manera la introducción de maquinarias y materias primas.

Es así como la empresa belga decide abrir una filial en nuestro país, ya que el negocio de importación argentina de tejido de Bélgica estaba sufriendo los altos impuestos que imponía nuestra legislación.

Fue Jules, conocido luego como Don Julio, hijo de la familia Steverlynck, quien abrió la filial en Argentina. En el año 1924, Julio Steverlynck junto a la firma Braceras y Cía. de Argentina fundan en la localidad bonaerense de Valentín Alsina la empresa Algodonera Sud Americana Flandria S.A. desarrollando una empresa paternalista con inspiración en los principios del catolicismo social, poniendo en práctica las bases de la enclíclica Rerum Novarum y de la Quadragésimo Anno del Papa León XIII, que consideraban a la propiedad privada como un derecho natural, pero proponía atemperar los efectos más perniciosos de la industrialización a través de la legislación social, del acceso a la propiedad por parte de los trabajadores y del respeto del derecho de asociación.

En 1928, Don Julio decide trasladar la fábrica al pequeño pueblo rural de Jáuregui en la provincia de Buenos Aires. Unas 28 ha donde había comprado un molino a orillas del río Luján, allí más que sentar una fábrica, se propuso levantar el “pueblo fábrica” disponiendo de la presencia de dos ferrocarriles, rutas cercanas, abundante agua y energía generada por el río.

Junto con la expansión de la actividad industrial, Steverlynck funda dos pueblos en las adyacencias de la fábrica: Villa Flandria Sur, en el año 1931 y Villa Flandria Norte en 1934.

La base de la política social de la empresa era el otorgamiento de facilidades a los trabajadores para que pudieran acceder a la propiedad de sus viviendas, haciéndose cargo de ofrecer los servicios básicos concernientes a la educación, la salud y la recreación. Los salarios eran altos. Instauró la jornada de ocho horas, el salario familiar y el premio por nacimiento de hijos antes de su legislación (se dice que el mismísimo Perón visitó a Julio por estos temas varias veces).

La empresa se expande rápidamente. En 1938 se añade una tintorería y en 1939 una hilandería de algodón con materia prima proveniente del Chaco. En 1941, Steverlynck funda Linera Bonaerense S.A., una empresa dedicada a los tejidos de lino. A los pocos años introduce el cáñamo, sembrándolo con semillas provenientes de Bélgica y cosechándolo anualmente al igual que el lino en la entrada de Jáuregui, en unas 150 ha de campos propios y otros rentados.

La fibra de cáñamo es considerada la fibra textil más larga. Por sus virtudes, esta planta acompañó al ser humano a lo largo de prácticamente toda su historia. En China se hace referencia a su explotación desde hace unos ocho mil años. En España se cultivó durante varios siglos seguidos con reconocimiento oficial especial, sirviendo para la confección de vestidos, velas navales y piezas de barcos, cordajes y papel. Las velas de las carabelas de Cristóbal Colón, la bandera estadounidense y los papeles en los que quedó plasmada su independencia fueron confeccionados con fibra de Cannabis sativa sativa.

En la Argentina, de la mano de Don Julio, existió, se crió y dio de comer a cientos de argentinos e inmigrantes.

La producción de la empresa estaba destinada enteramente al mercado interno. La firma vendía a mayoristas y a grandes casas comerciales desde sus oficinas en Buenos Aires, y no contaba con representantes en el interior, vendiendo directamente a representantes y mayoristas de los grandes centros urbanos, como Rosario, Córdoba o Mendoza. Entre los principales clientes estaban las grandes tiendas, como Harrod’s y Gath y Chaves, y las principales casas mayoristas textiles.

Reflotar esta idea de producción desde nuestras páginas tiene el propósito de aportar más hacia una nueva ley de drogas que no estigmatice a la marihuana como perdición de las masas (historia que viene desde la década del 30´ del siglo XX a través de una confusa política de prohibición a partir de una campaña camuflada como una defensa de la salud y de las conductas éticas, puesta en marcha por los intereses opuestos de ciertos sectores industriales estadounidenses para potenciar las nuevas fibras sintéticas como el nailon y otros polímeros para los que el cáñamo era un fuerte competidor), sino como fuente de trabajo para los argentinos, no queremos “Mons…truos” manejadores que patenten las semillas, queremos producción y desarrollo local intenso.
Linera Bonaerense fue la única empresa argentina que industrializó el cáñamo en nuestro país. Entre otros avances tecnológicos, se fabricaron aquí máquinas “desbolilladoras” que permitían obtener semillas de las plantas para la siembra del año siguiente, no tenían patentes las bolitas, iban directo a la tierra, sin permiso, al año siguiente. A la par de esta máquina funcionaba otra que las clasificaba en buenas y en descarte (no desaprovechaba nada, este último se utilizaba como abono para la tierra).
A este primer paso le seguía el proceso de “agramado” que consistía en sacarle la cáscara al cáñamo separando la fibra. Con este desecho se elaboraba madera aglomerada. De ahí, la fibra, era transportada a la Linera para el proceso de “carda”, donde a través de máquinas con sistemas vibradores se eliminaban los restos de cáscara y tierra. Al finalizar esta etapa salía por un lado la fibra larga para soguería y por otro el “estopín” (cáñamo mucho más suave que el algodón, amarillo color seda) que se vendían a otras empresas para su posterior procesamiento. Entre ellas se encontraban las que lo utilizaban para confeccionar la bases de alfombras.
Sólo en la época de cosecha del cáñamo, Lineras daba trabajo a 850 operarios (la mayoría de ellos provenientes de la provincia de Santiago del Estero), además de los 2000 que se ocupaban de su procesamiento.

Se sembraba como el maíz, separados entre sí unos 30 centímetros. Las plantas de cáñamo superaban los dos metros de altura. Para su cosecha se utilizaban dos máquinas diseñadas por los propios trabajadores, que lo cortaban al ras del suelo.

El final
En 1989 la firma entra en convocatoria de acreedores para cerrar definitivamente en el año 1995.
Muy poco se sabe de lo que aconteció con el cáñamo en la Argentina. Muchos de los “cañameros” fueron detenidos en varias oportunidades (aunque el Ministerio de Agricultura certificaba y permitía su producción en ese momento), como el director técnico de los campos de cultivo de Cannabis, el ingeniero agrónomo Ruben Batallanez. Otros tantos guardan ese secreto que queremos y debemos conocer. ¿Qué fue del cáñamo en la Argentina? Ese en el que vieron su potencial productivo Sarmiento y Belgrano entre otros.

Se tienen datos que para el año 1976 dejó de trabajarse en la siembra y cosecha el cáñamo. Desde esa fecha se perdió gran parte del registro de su industrialización. Las máquinas utilizadas para su producción se arruinaron y fueron vendidas como chatarra.

Solo nos queda la información que de boca en boca nos ofrecen sus ex trabajadores.
Eran tipos felices, el cáñamo no los perjudicaba, al contario, los hacía hombres de bien. La mayoría de la documentación sobre el cultivo y procesamiento del cáñamo fue incendiada por inescrupulosos. Los milicos lo ocultaron, lo negaron, lo prohibieron.
Después de la muerte de Don Julio en 1975, muy poco se conoce, él era el que tenía la data precisa, el que sabía de esta historia de progreso.
Según testimonios recogidos por Haze entre los ex trabajadores de la empresa, las semillas de cáñamo eran un polo de atracción para los habitantes de la villa. Ellas eran utilizadas, “de contrabando”, como alimento de canarios para que canten más y mejor y se reproduzcan con fuerza.

Cuentan que los hippies de los sesenta llegaban como “hordas”, de a cientos, a la estación de Jáuregui en el primer tren de las siete de la mañana para “tomar prestadas” las plantas de los campos que se erguían hacia el cielo en cantidades voluptuosas para los ojos del hombre (no sabían que por más que se fumaran hectáreas no iban a conseguir un viaje ya que el cáñamo contiene muy bajo contenido de tetrahidrocannabinol (THC), su componente psicoactivo) y otros, los vecinos más ingenuos, las utilizaban para decorar y adornar los pórticos y halls de sus hogares, ornamentando los jardines por la belleza de sus hojas.

Así como Don Julio lo hizo con su emprendimiento familiar, todos nosotros debemos refundar el sentido del trabajo próspero, encontrarnos entre tantos y darle marco a la industrialización de nuestra planta amiga, tan noble que en 10.000 años de conocimiento de su existencia tenemos la certeza de que no le ha hecho mal a nadie ni, mucho menos, ha matado a nadie.

Solo la codicia, la de los dueños de los petroquímicos, ha infundado en nuestra conciencia (eso creen) que nuestra amada planta es el “demonio”, claro la competencia con las fibras naturales era despareja, había que “endiablarla” y borrarla de la faz de la tierra, pero no, aquí estamos para promoverla y justificar sus bondades y beneficios sociales. Por el bien de todos.

FUENTE: REVISTA HAZE 2010
Marcelo Violini - Vlad

febrero 14, 2012

Nuevo aval cientifico al uso de la Marihuana medicinal

Investigadores españoles de la Universidad Complutense de Madrid inyectaron dosis de THC, principal componente activo del cannabis, en ratones infectados con tumores cancerosos humanos, que fueron destruidos.


ESPAÑA, Enero 21 (ANDigital) Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid, publicado en la última edición del Journal of Clinical Investigation, concluyó que el tetrahidrocanabinol -conocido como THC, principal componente activo de la marihuana - podría tener un efecto sobre la reducción e incluso la destrucción de las células cancerosas, principalmente las alojadas en el cerebro.

Para realizar la investigación, los bioquímicos españoles inyectaron una dosis cotidiana de THC en ratones que habían sido previamente infectados con tumores cancerosos humanos de 250 milímetros cúbicos.

Al inocularse el THC cerca del tumor, se desencadenó un proceso de autofagia de las células cancerosas, que se autodestruyeron encerrándose en vesículas de doble membrana, para ser digeridas y destruidas luego por los lisosomas.

Cabe mencionar que los tumores introducidos en los ratones incluían gliomas, el tipo más frecuente de cáncer cerebral, y células de cáncer de páncreas y de mama.

“La administración de THC redujo en más de 80 por ciento el crecimiento de tumores derivados de diferentes tipos de células cancerosas”, aseguraron los investigadores.

Recientemente, realizaron un ensayo clínico sobre dos pacientes afectados por un cáncer cerebral recurrente muy agresivo. “Les aplicaron una inyección intracraneana de THC entre 26 y 30 días, obteniendo como resultado un proceso de muerte de células por autofagia”, esto fue comprobado gracias al análisis de las biopsias realizadas antes y después del tratamiento.

“Mostramos que los canabinoides, una nueva familia de potenciales agentes antitumores, provocan una autofagia de células cancerosas, en un proceso que lleva a la muerte de las células”, reiteraron los científicos en sus conclusiones.

“En general, nuestras conclusiones demuestran que la autofagia juega un papel de primera importancia en la destrucción de células cancerosas tratadas con THC”, concluyeron. (ANDigital)

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FELIZ SAN VALENTIN CANNABICOS!!!